
Con cada experiencia mala tenemos dos opciones ignorarlas y seguir con nuestra vidas o tomarlas como son, solo "experiencias" y no vivir de ellas, para no cerrar la puerta a otras nuevas como lo estaba haciendo. Gracias a esta rutina me gané una licencia por siete días, por estres, no pensé que llegaría mi turno, creí que el estres era solo de hipocondriacos y aqui estoy, tratando de ordenar mis pensamientos, las prioridades, mi vida en general.
Este fin de semana en silencio puedo decir que me siento un poco mas tranquila, al cerrar los ojos ya se fueron esos pensamientos que no me dejaban vivir, estar a la espera de un final de cuentos. Nadie golpeará mi puerta para salvarme, soy yo quien tiene que salir... no en busca de alguien sino dejar esta espera que me ahogaba.
En estos pocos dias he estado mucho mas conciente de cada minuto del dia, estoy viviendo los dias como hace mucho no lo hacia. Esta semana me dedicaré a lo que hace un buen tiempo anhelaba, llevar a Sophia al colegio, preparar almuerzo, hacer las cosas de la casa para luego ir a buscarla y esperar a Diego con una rica once. Dormirme mientras veo una buena pelicula para al día siguiente ser solo la mamá. A la mujer la voy a guardar por tiempo.
Tenía que esperar un buen susto para darme cuenta lo mal lo que estaba haciendo.